Hay cuestiones que necesitan el apoyo de uno, de otro, de otro más, de muchos, muchísmos. Yo comienzo desde “El Barrilete de Isla” con el mío propio y espero que tú te sumes.
La Escuela de Hostelería de Islantilla pasa por momentos dramáticos y de una incertidumbre colosal. Es una pena, que para pocas cosas que han dado desde siempre un resultado espélndido, no es que no se mime, sino que se aboca a su práctica desaparición. Los trabajadores no cobran desde hace meses, los proveedores iden de iden y a la altura que estamos, mediados de año, nada se sabe de la aprobación de los presupuestos que la hagan no sólo pagar los salarios y las deudas contraidas, sino que aseguren su supervivencia de una institución que ha formado a cientos de profesionales cualificados de la hostelería, con prácticamente un 90% de ocupados. Su desaparición sería imperdonable, además de una tragedia.